El nivel de persecución de los cristianos en Catar es muy alto

En Catar, hay unos 372.000 cristianos, es decir, un 13 % de una población es cristiana ya que el total es de 2,8 millones. Muchos de estos creyentes son trabajadores migrantes.

Los cristianos en Catar son principalmente inmigrantes que tienden a ser trabajadores en malas condiciones laborales. Estos cristianos extranjeros son mucho más libres para vivir su fe en Catar que los nacionales, aunque los extranjeros también pueden experimentar presión. Por ejemplo, las iglesias extranjeras a menudo son monitoreadas por el gobierno y se limitan a áreas específicas.

Aún así, la peor parte de persecución está dirigida hacia los cristianos del país o a los que se han convertido a la fe cristiana. Estos creyentes enfrentan una presión extrema por parte de sus familias y comunidades musulmanas. El país no reconoce oficialmente la conversión del islam, que causa problemas legales y pérdida del estatus, la custodia de los hijos y la propiedad. Hay casos en los que los nuevos cristianos han visto minimizada su libertad porque sus familias tienen la autoridad para limitar sus viajes, mantenerles bajo arresto domiciliario, negarles apoyo financiero y prohibir el acceso a internet, el teléfono o los libros… Los extranjeros conversos del islam pueden evitar algo de presión al unirse a una comunidad más internacional, pero la conclusión es que, en Catar, tanto los conversos del país como los migrantes, corren el riesgo de discriminación, acoso y vigilancia policial a causa de su fe.

Los riesgos que enfrentan los cristianos, especialmente los conversos del islam al cristianismo, dependen del origen nacional de la persona. Los conversos nativos de Catar son los más vulnerables al peligro, mientras que los cristianos extranjeros pueden ser algo más libres, siempre y cuando respeten las leyes impuestas por el gobierno, las cuales son muy opresivas y limitantes.