Insistir en el acento principal.
Por Gabriel Mª. Otalora
Fuente http://blogs.periodistadigital.com/
En mi anterior reflexión me refería a las dos visiones que entiendo existen en el seno de la Iglesia sobre la persecución por el seguimiento de Jesús. Decía que los conservadores entienden la persecución cuando nos manifestarnos cristianos en sociedades anticristianas, por el mero hecho de serlo. En cambio, los progresistas no están en contra de esta visión de la persecución cristiana, pero el acento lo ponen en la persecución por causa de la justicia, de la defensa de la dignidad humana, de la llamada denuncia profética contra el pecado estructural. Ahora voy a referirme a dos ejemplos concretos de denuncia y acción arriesgada por seguir los pasos de Cristo.
La primera, desde la estrategia jesuita de fe y justicia, juntas. Informe anual 2017 del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), con el título de Sufrimiento Inútil: Los nuevos lazaretos. En 2017, 8.814 personas fueron internadas en un Centro de Internamiento de Extranjeros y sometidas a un sufrimiento inútil, entre ellas 396 mujeres y 48 menores. Durante este año se consolida una dinámica de los centros de internamiento (CIE)-Frontera, como herramientas injustas contra la inmigración irregular.
El 86% de las personas internadas tenían abierto un expediente de devolución. Así, podemos decir que los CIE han actuado como espacios injustos de desprotección y contención de las migraciones abrumadoramente africanas, para garantizar la rápida repatriación con las menores garantías, sin posibilitar la adecuada identificación de personas vulnerables y necesidades de protección.
El SJM denuncia el incremento de las repatriaciones por vías rápidas y menos garantistas de personas recién llegadas, indicando que España acoge a quienes llegan a sus costas con la detención, el internamiento y la rápida repatriación.
Mª Carmen de la Fuente, vicepresidenta de SJM, señala que “Una política migratoria distinta evita el sufrimiento inútil. Abrir alternativas: centros de acogida, de régimen abierto, con mayor protección e identificación de casos de vulnerabilidad” Y pide abiertamente “el cierre de los CIE”. El informe hace hincapié en los lamentables sucesos de Archidona que ahonda en la intencionalidad del gobierno de profundizar en las dinámicas de los CIE como macro centros de internamiento, dificultan el acceso a derechos, las labores de identificación y eventual protección y establecimiento de condiciones dignas de acogida, marcando un camino a no tomar.
Por otro lado, se reconoce la intensa labor de las ONG dentro del CIE promoviendo una mejora en las condiciones de internamiento, garantes de la dignidad y los derechos básicos de las personas con el objetivo de limitar el uso indiscriminado del internamiento. Las respuestas no han de pasar por los CIE sino por la articulación de alternativas a la detención para las personas recién llegadas, en centros de primera acogida dignos, por la apertura de vías legales que permitan a las personas entrar regularmente en el territorio y posibilitar una estancia segura que abra puertas a la inclusión.
El segundo ejemplo de denuncia profética que puede acarrear graves consecuencias, son las actividades del SIT (Solidaridad Internacional Trinitaria). Pongo el acento en su proyecto de rescate de esclavos por los trinitarios en pleno siglo XXI en Sudán y en países cercanos a Sudán, que tiene forma de comercio muy floreciente. Los trinitarios tienen en Jartún una granja escuela conjuntamente con los padres mercedarios, con más de 160 niños liberados de la esclavitud y como no se han encontrado los familiares porque a la madre la han vendido por otro sitio o el padre lo ha matado la guerrilla.
El perfil del esclavo del s. XXI es que sean niños pequeños para educarlo como esclavo, y convencerlo de que ha nacido para ser esclavo. En cuanto a las niñas, se las prepara para los harenes y asuman pronto lo que les va a deparar el futuro. El trinitario Antonio Aurelio Fernández explica que el proceso que conduce a la liberación de un esclavo es intentar la liberación de forma legal a través de abogados, para intentar recuperarlos. En otra época, cuando había guerra, se entraba por el sur de forma clandestina con una avioneta, se contactaba con el mercenario que llevaba grupos de cien, doscientos niños, y entonces se le hacía precio, se intentaba abaratar el precio, porque claro, ellos lo iban a vender luego en mercados, pero los iban vendiendo de uno en uno, de dos en dos… Nosotros siempre hemos comprado el grupo, eso hay que aprovecharlo y abaratar el precio para conseguir rescatar a todos.
Denuncia profética y acción profética. La persecución por ser cristianos genera mártires pero defender a los más débiles supone aceptar la persecución y el posible martirio en la defensa de los preferidos del evangelio contra los intereses de los que quieren que nada cambie. También en el primer mundo, defendiendo a contracorriente tantas injusticias estructurales que padecemos.
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Insistir en el acento principal.
Por Gabriel Mª. Otalora
Fuente http://blogs.periodistadigital.com/
En mi anterior reflexión me refería a las dos visiones que entiendo existen en el seno de la Iglesia sobre la persecución por el seguimiento de Jesús. Decía que los conservadores entienden la persecución cuando nos manifestarnos cristianos en sociedades anticristianas, por el mero hecho de serlo. En cambio, los progresistas no están en contra de esta visión de la persecución cristiana, pero el acento lo ponen en la persecución por causa de la justicia, de la defensa de la dignidad humana, de la llamada denuncia profética contra el pecado estructural. Ahora voy a referirme a dos ejemplos concretos de denuncia y acción arriesgada por seguir los pasos de Cristo.
La primera, desde la estrategia jesuita de fe y justicia, juntas. Informe anual 2017 del Servicio Jesuita a Migrantes (SJM), con el título de Sufrimiento Inútil: Los nuevos lazaretos. En 2017, 8.814 personas fueron internadas en un Centro de Internamiento de Extranjeros y sometidas a un sufrimiento inútil, entre ellas 396 mujeres y 48 menores. Durante este año se consolida una dinámica de los centros de internamiento (CIE)-Frontera, como herramientas injustas contra la inmigración irregular.
El 86% de las personas internadas tenían abierto un expediente de devolución. Así, podemos decir que los CIE han actuado como espacios injustos de desprotección y contención de las migraciones abrumadoramente africanas, para garantizar la rápida repatriación con las menores garantías, sin posibilitar la adecuada identificación de personas vulnerables y necesidades de protección.
El SJM denuncia el incremento de las repatriaciones por vías rápidas y menos garantistas de personas recién llegadas, indicando que España acoge a quienes llegan a sus costas con la detención, el internamiento y la rápida repatriación.
Mª Carmen de la Fuente, vicepresidenta de SJM, señala que “Una política migratoria distinta evita el sufrimiento inútil. Abrir alternativas: centros de acogida, de régimen abierto, con mayor protección e identificación de casos de vulnerabilidad” Y pide abiertamente “el cierre de los CIE”. El informe hace hincapié en los lamentables sucesos de Archidona que ahonda en la intencionalidad del gobierno de profundizar en las dinámicas de los CIE como macro centros de internamiento, dificultan el acceso a derechos, las labores de identificación y eventual protección y establecimiento de condiciones dignas de acogida, marcando un camino a no tomar.
Por otro lado, se reconoce la intensa labor de las ONG dentro del CIE promoviendo una mejora en las condiciones de internamiento, garantes de la dignidad y los derechos básicos de las personas con el objetivo de limitar el uso indiscriminado del internamiento. Las respuestas no han de pasar por los CIE sino por la articulación de alternativas a la detención para las personas recién llegadas, en centros de primera acogida dignos, por la apertura de vías legales que permitan a las personas entrar regularmente en el territorio y posibilitar una estancia segura que abra puertas a la inclusión.
El segundo ejemplo de denuncia profética que puede acarrear graves consecuencias, son las actividades del SIT (Solidaridad Internacional Trinitaria). Pongo el acento en su proyecto de rescate de esclavos por los trinitarios en pleno siglo XXI en Sudán y en países cercanos a Sudán, que tiene forma de comercio muy floreciente. Los trinitarios tienen en Jartún una granja escuela conjuntamente con los padres mercedarios, con más de 160 niños liberados de la esclavitud y como no se han encontrado los familiares porque a la madre la han vendido por otro sitio o el padre lo ha matado la guerrilla.
El perfil del esclavo del s. XXI es que sean niños pequeños para educarlo como esclavo, y convencerlo de que ha nacido para ser esclavo. En cuanto a las niñas, se las prepara para los harenes y asuman pronto lo que les va a deparar el futuro. El trinitario Antonio Aurelio Fernández explica que el proceso que conduce a la liberación de un esclavo es intentar la liberación de forma legal a través de abogados, para intentar recuperarlos. En otra época, cuando había guerra, se entraba por el sur de forma clandestina con una avioneta, se contactaba con el mercenario que llevaba grupos de cien, doscientos niños, y entonces se le hacía precio, se intentaba abaratar el precio, porque claro, ellos lo iban a vender luego en mercados, pero los iban vendiendo de uno en uno, de dos en dos… Nosotros siempre hemos comprado el grupo, eso hay que aprovecharlo y abaratar el precio para conseguir rescatar a todos.
Denuncia profética y acción profética. La persecución por ser cristianos genera mártires pero defender a los más débiles supone aceptar la persecución y el posible martirio en la defensa de los preferidos del evangelio contra los intereses de los que quieren que nada cambie. También en el primer mundo, defendiendo a contracorriente tantas injusticias estructurales que padecemos.