La dictadura de Ortega persigue a los cristianos de Nicaragua

El pasado mes de febrero, el dictador Daniel Ortega expulsaba del país nicaragüense a 200 “opositores” al régimen. Algunos de ellos, cristianos. La organización de derechos humanos Nicaragua Nunca Más, calificaron la expulsión como un “destierro sin precedentes” y abogaron para que los desterrados puedan regresar a su país libres y sin la amenaza de la persecución. Según fuentes del país, en la historia reciente de América Latina no existe un precedente de un destierro de tan amplia magnitud, e incluso múltiples naciones del continente prohíben en sus constituciones la pena de destierro, señalándola como una violación de los derechos humanos.

Esta noticia revela la preocupante situación de los cristianos nicaragüenses, ya que muchos de los líderes y opositores eran líderes que se confiesan cristianos y que son ampliamente reconocidos. De la misma manera, durante los últimos años, los cristianos nicaragüenses, de distintas denominaciones, se han visto enfrentados a un hostigamiento y una persecución crecientes. El régimen de Ortega, quien preside al país desde el año 2007 no tolera oposición o crítica alguna a su mandato ni a las acciones ejercidas por el gobierno, especialmente si provienen de líderes cristianos.

Entre los expulsados del país, se encuentra Rolando Álvarez Lagos acusado a 26 años y 4 meses de cárcel, por ser “traidor a la patria”. En el grupo de los 222 deportados están los sacerdotes Oscar Benavidez Dávila (50); Ramiro Reynaldo (50); Sadiel Antonio Eugarrios Cano (35); y José Luis Díaz Cruz (33). El 4 de febrero el P. Benavidez fue condenado a 10 años de cárcel, mientras que los demás habían sido condenados, el 6 de febrero, a 10 años de cárcel y 800 días de multa, acusados de conspiración y propagación de noticias falsas. Todos ellos han sido detenidos por expresar libremente su fe y la evangelización.

En el caso de Álvarez: “A Mons. Álvarez se le detiene por celebrar Misa, por andar exponiendo el Santísimo en las calles y por rezar el Rosario y transmitirlo en las redes sociales”. “Fuera de eso, el obispo no hizo nada más ni mucho menos las locuras que el sistema judicial está inventando”, precisó la abogada e investigadora nicaragüense Martha Patricia Molina Montenegro. En total, son ya nueve los sacerdotes nicaragüenses que la dictadura ha acusado por el delito de supuesta “conspiración”, incluido Mons. Álvarez.

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