La falta de alimentos afecta gravemente a los cristianos perseguidos

Según las Organización de las Naciones Unidas (ONU), 19 países están en grave riesgo de hambruna. Los cristianos son perseguidos en 13 de estos 19 países. La inseguridad alimentaria, es decir, la falta de acceso a los alimentos básicos provoca malnutrición y problemas de desarrollo infantil, entre otros problemas. Las principales causas del hambre son el aumento de los conflictos, el cambio climático y las crisis económicas.  

A los que se suma que los cristianos en estos países son minorías que se ven marginadas y a veces también robadas. Por tanto, son a los que más les afecta el hambre. El número de países al borde de la hambruna es hoy diez veces mayor que hace seis años. El informe también indica que 970.000 personas podrían morir de hambre a principios de 2023. La gente común se ve afectada en países como Afganistán, Somalia y Yemen, tres de las cinco naciones con la situación más preocupante. Estos tres países están entre los primeros de la Lista Mundial de la Persecución 2022 de la organización Puertas Abiertas. En estas naciones, los cristianos se ven aún más perjudicados, ya que los programas de ayuda son para la mayoría religiosa del país.

En África (Somalia, Etiopía y otros) también están sufriendo la malnutrición. La región, conocida desde hace años por su crisis socioeconómica, es aún más vulnerable debido a la destrucción de cultivos y ganado. La pandemia ya había dificultado la situación para todos, pero sin tiempo para recuperarse, nuevos problemas agravan el hambre en estos países que necesitan ayuda urgentemente.

Por eso, desde el SIT una de las tareas primordiales es dotar a estos cristianos de alimentos y productos de primera necesidad para que puedan seguir sus vidas y mejorar su día a día.