Padre Antonio A. Fernández: “Nuestro fin es sensibilizar sobre la falta de libertad religiosa”

 

Con motivo del Congreso sobre Cristianos Perseguidos que tendrá lugar los días 25 y 26 de abril en el Vaticano, hablamos con el Padre Antonio Aurelio Fernández, director de la SIT y Consejero General de la Orden de la Santísima Trinidad. El padre Antonio Aurelio se ha centrado en ayudar y concienciar sobre los cristianos perseguidos en el mundo, por eso destacan los proyectos en los que SIT ha trabajado en Irak, Nigeria o India.

¿Por qué se ha decidido organizar un Congreso sobre cristianos perseguidos en el mundo?

R: Solidaridad Internacional Trinitaria, organiza cada año un congreso en el cual se reflexiona sobre la libertad religiosa en el mundo. Cada año se elige un país diferente, de forma que este mensaje pueda llegar a más países. Este año ha sido el momento de Roma. La trayectoria que SIT lleva durante años en este campo está haciendo que cada vez haya más participación por la importancia que conlleva el tema.

El auge de la intolerancia religiosa es lo que nos empuja a convocar a personalidades del ámbito de derechos humanos, periodistas, teólogos y responsables culturales para reflexionar sobre la dignidad de la persona humana ante la persecución y la falta de libertades.

Durante dos días, diferentes personalidades hablarán sobre cristianos perseguidos ¿qué destacaría del contenido que se va a exponer? ¿Por qué cree que es interesante para el público?

R: El contenido se desliza entre el aspecto político y civil del derecho a la Libertad Religiosa y los testimonios de personas u organismos que sufren la falta de este derecho fundamental para la humanidad. No solamente lo trabajaremos como un espacio especulativo o “técnico”, sino que se podrán escuchar historias verdaderas de casos concretos. En este sentido, el interés que suscita este tipo de encuentros se hace evidente por el número de artículos o reflexiones que en las redes sociales podemos encontrar al respecto. La cantidad de estos trabajos o comunicaciones suben de forma evidente.

Efectivamente, ante este crecimiento, nuestro congreso quiere ofrecer alternativas a la construcción de libertades implícitas dentro de un diálogo sincero y abierto. Ante el aumento de intimidaciones a la libertad de credo, proponemos un trabajo conjunto donde las diferentes culturas y religiones tomen el protagonismo. Presentamos un camino recorrido juntamente con los actores religiosos que proclaman la religiosidad de la paz y la libertad.

¿Cómo es la situación actual de los cristianos perseguidos?

R: La persecución religiosa ha crecido en el último decenio. El movimiento de esta persecución está cambiando de fisonomía, ya no es una persecución tan abierta, con una información justificada, sino que, al haber tenido repercusión en los núcleos de prensa, se busca implementar una amenaza y peligro más silencioso, que no haga ruido. De ahí la importancia de estos congresos sobre la persecución religiosa o la falta de libertad religiosa.

La libertad religiosa no la vemos únicamente como una privación de la coacción, es un derecho que se encuentra implícito en la propia naturaleza humana. La persona, con la capacidad de la razón, es capaz de mirar más allá de sus propias posibilidades y descubrir una dimensión que sobre pasa cualquier limitación propia. Esta trascendencia no es una opción, es un vinculo que lo une a su propia capacidad de obrar al respecto. Así esta libertad de “trascender” de buscar la propia fe es parte decisiva y fundamental de la persona.

El Congreso se va a celebrar en el Vaticano y habrá una audiencia previa con el Santo Padre, ¿cree que este hecho es significativo de cara al apoyo y ayuda que puedan recibir los cristianos perseguidos?

R: Para nosotros esta audiencia ha sido un refuerzo para todo lo que veníamos haciendo. No sólo el hecho de poder celebrar el Congreso en un espacio reservado a tomar las mayores decisiones de la jerarquía eclesiástica a nivel de Iglesia, si no, especialmente por la audiencia privada que el Papa nos ha ofrecido. Además, en ella, escucharemos sus palabras y sus recomendaciones en este trabajo. Será como una guía en los próximos años para nuestro compromiso por la Libertad Religiosa.

¿Qué objetivos se pretenden conseguir con este Congreso?

R: El primer objetivo es la sensibilización. Dar a conocer los conflictos que llegan a causa de la falta de libertad religiosa. Informar que este derecho es un bien esencial de cualquier cultura y de cualquier persona. La persona es un ser social, es decir, que se construye en las relaciones con los demás. De ahí que el derecho a la libertad religiosa no puede ser un derecho obligado a realizarlo en lo escondido, en lo secreto, en el núcleo más intimo de la persona, sino que abarca también esta dimensión de relación, de apertura, de culturalidad. La libertad de la persona no impone a que esta se comporte de una manera cuando está en su casa y de otra manera diferente cuando no. De ahí la libertad religiosa, es un derecho implícito de la persona, se encuentre donde se encuentre, ya que es tácita de la esencia humana.

Además, la libertad religiosa tiene como patrimonio la paz de los pueblos. Es un derecho para construir la paz. Si no hay libertad de credo, no habrá paz verdadera y la paz de esa cultura será frágil y perecedera, que se romperá con cualquier conflicto, por muy débil que sea.

Este es nuestro compromiso y deseo.


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