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Turquía expulsa a un misionero cristiano por evangelizar

Turquía expulsa a un misionero cristiano por evangelizar

En el país turco el Islam es la religión mayoritaria. Alrededor del 95% de la población está declarada como musulmana. La mayoría de los musulmanes en Turquía son sunitas, es decir, los que son aproximadamente el 70%. Eso significa que Recep Tayyip Erdoğan, en el poder desde 2014, quiere mantener el cristianismo escondido y minorizado.

Así, el misionero cristiano, David Byle, ha sido expulsado del país por evangelizar y anunciar a Jesús. Los acontecimientos ocurrieron en la calle, el misionero organizó un espectáculo de marionetas, pantomimas e ilustraciones sencillas en una pizarra, explicando la vida de Jesús y su evangelio. Las reacciones de los transeúntes fueron en su mayoría positivas: “Se empaparon literalmente de las historias sobre Jesús porque no los escuchas a menudo en las calles de Estambul”, explicó el misionero.

La respuesta de las autoridades turcas fueron una serie de represalias: como intentos de intimidarlo con una serie de detenciones breves, incluidos interrogatorios e incluso intentos de deportación. Aún así, David Byle siguió llevando a cabo acciones de evangelización. “Se necesitan dos cosas sobre todo para predicar el evangelio, a saber, coraje y creatividad”, recalcó el misionero. También lo demostró en la celda de detención: “No hay otro lugar donde se pueda llegar tan fácilmente a personas que tienen tiempo ilimitado para escuchar”.

Cuando recibió la decisión en 2016 de que tenía que salir de Turquía de inmediato, David apeló y esperó durante años acudir al Tribunal Constitucional turco. Sin embargo, fue engañado por la policía: fue arrestado nuevamente en 2018 y le dijeron que tenía 15 días para salir del país. «La situación se presentó como si pudiera volver en cualquier momento», recuerda David. Pero cuando regresó a Turquía se enfrentó a una «prohibición de entrada permanente» en el aeropuerto de Estambul y no se le permitió pasar. Las autoridades vieron en él una “amenaza al orden público y de seguridad” y el Tribunal Constitucional ya no se ocupó de su caso porque David había abandonado voluntariamente el país.

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