Los cristianos de Marruecos, lo más perjudicados tras el terremoto

Un seísmo ha vuelto a destruir Marruecos. Miles de muertos y edificaciones totalmente destrozadas son el resultado de este último terremoto que ha sacudido el país africano. Las pérdidas de vidas y materiales son inmensas, pero los más perjudicados son los cristianos. En Marruecos, abandonar la religión oficial del Estado está popularmente considerado una traición a la patria y al pueblo, por tanto, ser cristiano es un problema que choca con la cultura del país. La cifra de marroquíes cristianos (católicos, ortodoxos y evangélicos) dentro de Marruecos puede llegar hasta 8.000, según un reciente informe del Departamento de Estado de los Estados Unidos. Todos ellos rezan o celebran sacramentos a escondidas en sus hogares, en eso que llaman “iglesias domésticas”.

La Iglesia católica tiene una notable presencia en Marruecos desde tiempos del protectorado, pero su campo de acción pastoral está limitado, por la ley local, a los extranjeros. Por tanto, se resumen es que la comunidad cristiana, monjas y párrocos, hacen una labor social sin poder Evangelizar ya que lo tienen prohibido por la ley del país marroquí y se pueden enfrentar a graves condenas. Hay numerosas órdenes religiosas, entre ellas, los trinitarios atendiendo dispensarios, comedores sociales, orfanatos, hogares para niños de la calle, de discapacitados y centros de promoción de la mujer por todo el país.

Anunciar el Evangelio a los marroquíes o distribuir cualquier clase de material bibliográfico está prohibido. El artículo 220 del Código Penal marroquí es taxativo al respecto: condena a penas de seis meses a tres años (en Marruecos estas cifras refieren años reales de privación de libertad) a quien “emplee cualquier medio de seducción para quebrantar la fe de un musulmán o tratar de convertirlo a otra religión”. Todos estos perjuicios hacia la libertad religiosa, se ven acrecentados en sucesos perjudiciales para el país como el terremoto, ya que las ayudas nunca van dirigidas hacia los cristianos y sus problemas se agravan al ser marginados del país y del sistema.

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